Si algo se reconoce, es el alma. Las cosas con alma. La estética, los resultados puede atraer o repeler, pero se difuminan hasta desaparecer cuando ves el alma de lo que sea. Y a veces es muy fácil ver ese alma.
Me contaron que Silvia Moreno empezó a organizar cenas en su casa en torno a un tema de conversación interesante. Tan solo para ofrecer a sus amigos encuentros diferentes. Encuentros con un sentido. De ahí surgió, con un nombre en honor a la película de Stanley Kramer, Cenas Adivina (https://cenasadivina.com), que ha crecido y se ha convertido en lugar de encuentro y conversación significativa para muchísimas personas. No puedo evitar una reflexión sobre lo mucho que necesitamos, y que nos faltan, conversaciones de verdad, conversaciones con sentido.
Hoy les he conocido en la inauguración de su año. Diversidad, iniciativa, cariño… y sobre todo, alma.
Como dice Guy Kawasaki en su The Art of Start, «start by making meaning, then you will make money». La historia y la realidad de Cenas Adivina me parece un excelente ejemplo. ¡Enhorabuena Silvia!
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Me encantó que asistieses a la fiesta y que la disfrutases. La verdad es que sabía que te gustaría el proyecto de Silvia, porque en sus cenas la protagonista es la conversación… y eso ya lo dice todo.
Ahora, a subir al séptimo!